
Animales, criaturas, demonios, seres inimaginables…gárgolas, estatuas, figuras que velan por el cumplimiento de lo sagrado, para narrarnos lo sucedido o para recordarnos nuestros temores más ancestrales.
Deberíamos sentirnos privilegiados por poder admirar estos “inquilinos” de iglesias y catedrales que son testigos mudos del paso del tiempo y todo lo que él conlleva.
Si pudiesen hablar y contarnos todo lo que han presenciado…